Las propiedades del agua de mar son varias y las
detallaremos a continuación.
Una de sus principales propiedades es la salinidad, debido a
que esta es una característica propia del agua de mar y la distingue de otro
tipo de aguas naturales. Se puede definir como la cantidad en gramos de sales
que se encuentran en 1000 gramos de agua de mar tomando como solvente el agua
pura; para llevar a cabo el proceso de filtrado se utiliza el agua de mar con
el fin de separar todo el material en suspensión y así conocer la salinidad de
ésta, obtener este dato es sumamente importante dado que tanto el mar como los
océanos son reguladores de la cantidad de dióxido de carbono existente en el
planeta, el cual es esencial en el proceso de fotosíntesis.
Las sales se pueden distinguir en: -constituyentes
principales: iones metálicos e iones básicos. –constituyentes secundarios:
fosfatos y silicatos.
Así se puede afirmar que la medida media de salinidad es de
35 unidades prácticas de salinidad.
Otra propiedad importante es la temperatura. Esta viene dada por la radiación solar que
transmite calor a las capas superiores del mar y que luego es transferido a las
capas inferiores, creando así un reservorio de calor, debido a que éste demora
más tiempo que los continentes en enfriarse. En términos generales podemos
decir que en la zona ecuatorial la temperatura media está entre 25° y 30°c, en
las latitudes medias entre 10° y 20°c y en las polares va de 0° a -10°c.
En cuanto a su medición, se puede obtener con un termómetro
en aguas superficiales; y en las profundas, utilizando un termómetro protegido
de inversión. Pero para conocer la variación de la temperatura de una capa a
otra se debe usar el batitermógrafo.
También debemos nombrar la termoclina que, en este caso, es
una capa de mezcla que se encuentra dentro de un cuerpo de agua donde la
temperatura va a ir cambiando rápidamente con la profundidad. Dado que el agua
de mar no es completamente transparente, la mayor parte de la radiación solar
queda retenida en la capa superficial, tanto el viento como la circulación de
ondas ponen en movimiento esta capa y distribuyen las aguas que se encuentran
en ella logrando así un relativo equilibrio en la temperatura a lo largo de
esos primeros metros; a partir de allí ésta comienza a disminuir en forma
abrupta. La termoclina es variable dependiendo de la latitud y la estación del
año; es permanente en los trópicos, variable en los climas templados y muy
débiles en las regiones polares, debido a que allí el agua es igual de fría en
superficie que en profundidad.
Tomamos a la presión como otra propiedad, ya que es la
fuerza que ejerce el agua de mar sobre un área, y se genera por la diferencia
de presión de un punto a otro. En el océano la componente vertical de la fuerza
de gravedad está aproximadamente en equilibrio con la componente vertical de la
fuerza del gradiente de presión, por esto la presión aumenta prácticamente en
la misma proporción que se incrementa la profundidad. En cambio, las
variaciones horizontales de la presión se deben a las variaciones en la
distribución de la densidad, por lo tanto, el peso de una columna de agua
profunda depende de la que se encuentra por encima de ella.
La diferencia de niveles de disoluciones del agua de mar se
encuentran separados por una membrana que genera una presión hidrostática,
denominada osmótica, la cual es varias veces utilizada para la desalinización
de las aguas.
Conocer la temperatura, salinidad y presión, nos permite
obtener la densidad, que es el peso derivado de la cantidad de sales por la
cantidad de volumen de agua.
Por esto, afirmamos que a mayor salinidad mayor densidad, a
mayor presión mayor densidad, y a mayor temperatura menor densidad. Se
considera que los mares ecuatoriales tienen menor densidad, mientras que el
agua de los polos es más pesada porque su temperatura se encuentra más cerca
del punto de congelación. Este último se da a los 0°c en agua pura a presión
atmosférica normal, pero en el agua de mar oscila entre los 0°c y -2°c debido a
la salinidad que posee y que hace disminuir la temperatura necesaria para
lograr el punto de congelación.
En cuanto al color del agua de mar decimos que este varía de
azul profundo, verde, marrón, rojizo y blanco leche, dependiendo de la profundidad,
salinidad, del color del fondo marino y de la presencia de organismos. El mar
azul profundo es característico de las aguas ecuatoriales y tropicales,
principalmente donde escasea la producción biológica; el verde azulado se
encuentra en las latitudes más altas, siendo verde en las zonas polares; en las
zonas bajas el agua es más transparente debido a la dispersión de las moléculas
selectivas de la luz solar; esa transparencia disminuye donde existe
fitoplancton en abundancia y aumenta la dispersión; por último, en las zonas
costeras, los ríos transportan sedimentos y materias orgánicas que influyen en
el color del mar.
En el océano, estas propiedades van a variar de un lugar
otro tanto en tiempo como en espacio, y para medirlas se debe evaluar mediante
las concentraciones de cualquier propiedad que se encuentre presente en una
unidad de volumen (calor, masa, gases disueltos y sales). Estas están en
estratos horizontales y son influenciadas por el calentamiento, el
enfriamiento, la evaporación, la condensación, la precipitación, la fusión de
hielo, la congelación y las corrientes.
Así concluimos que la salinidad en superficie depende de la
latitud, de la estación del año y las corrientes, pero en profundidad depende
de la circulación. El viento transmite temperatura desde la superficie hacia
las aguas superiores formando una capa de mezcla que posee una temperatura
constante y que va a ir disminuyendo con la profundidad. Por último, la
distribución de la temperatura se da por zonas; en la capa superficial oceánica
depende de la latitud, la estación del año y las corrientes; pero en las capas
profundas depende de la circulación termohalina, que hace referencia a los
movimientos internos de agua profunda provocados por las diferencias de
densidad de las masas de agua que irán acomodándose de las menos densas sobre
las más densas; y recibe ese nombre debido a que la densidad del agua de mar
está determinada por la temperatura y la salinidad. El agua fría siempre es más
densa que la cálida y a su vez, el agua más salada es más densa que el agua
menos salada. En el océano atlántico, la circulación del agua se lleva a cabo
por las diferencias de temperatura: en el ecuador recibe mucho calor que se
traslada por la superficie de los océanos hacia las latitudes altas, allí
devuelve parte de ese calor a la atmósfera, manteniendo así las temperaturas
relativamente templadas. Al enfriarse, se vuelve más densa, y se incorpora en
las profundidades del océano.
Grupo 1: Estudillo Natalia
Rios Cintia
Sanita Gabriel